lunes, 18 de mayo de 2015

"Rescate de fauna, un tema para tener en cuenta"

Viene de la nota de Periodismo en Redacción titulada

Esta es una de las tareas en las que se involucra el Museo de Ciencias Naturales de Monte Hermoso, Vicente Di Martino, entre otras tantas. PeR recurrió a la directora del Museo para conocer más detalles y esto nos dijo: «Nosotros trabajamos por lo general con distintas agrupaciones: algunas se dedican al rescate de tortugas, hay otras que se ocupan de las aves y otras de los cetáceos. A su vez, dentro de las tortugas están las personas que se especializan sólo en la tortuga laúd, la verde o la careta careta, dentro de los delfines y cetáceos hay chicas que hacen el seguimiento de las poblaciones de franciscanas y así ocurre con otras especies. Ellos nos dejan unas planillas para que nosotras vayamos completando con los diferentes datos que ellos necesitan en el momento de avistar el animal: si está vivo, si está muerto en qué estado de descomposición se encuentra, si vemos alguna marca importante, las medidas: de largo, ancho, de las distintas aletas; en fin, la mayor cantidad de datos que podamos recabar, acompañado, en la medida de lo posible, por fotografías, para que ellos puedan hacer su trabajo». 

Tortuga Laúd hallada muerta en Monte Hermoso en 2004.
(Foto: Monte Noticias, periódico WEB)
Explicó que las personas que trabajan en la playa son las que tienen más posibilidades de hacer el avistaje de un animal varado, muerto, herido o simplemente migrando. Agregó: «En temporada alta los guardavidas nos ayudan mucho con el avistaje, más que nada de lobitos y pingüinos o alguna tortuga que suele pasar también en esas corrientes de migración. Después los tenemos a los guardaparques que están en su área, pues al rastrillar continuamente las áreas entre Pehuen Có y Monte Hermoso tienen más recorrido en la costa y por ello más posibilidades de encontrar algo. Si cualquiera de ellos, Prefectura o algún turista encuentran un animal por lo general avisan al museo. Dependiendo del caso es como se continúa trabajando».


« Siempre se trata de medirlos para ver si su desarrollo fue bueno. Ver si segrega alguna sustancia por las mucosas. Siempre tener cuidado porque son animales salvajes y transmiten muchas enfermedades, sobre todo los lobos marinos. Si se trata de un animal que necesita atención, hasta hace unos años nosotros lo traíamos acá. Si se puede alimentar por sí solo, como puede ser un pingüino al que se le muestra un cornalito o una anchoa y él solo lo come, se lo alimenta; porque eso indica que dentro de todo el animal está bien. En el caso de un animal que necesita atención, como por ejemplo:
·  No se puede parar porque tiene las patitas entumecidas por recorrer grandes distancias.
·  Presenta una diarrea importante.
·  Su parte de grasa prácticamente no existe, la quilla de la parte dorsal se le nota por estar muy flaco.
·  Las plumas pierden impermeabilidad, la grasa que segrega con su pico es escasa y por eso el agua penetra y le produce hipotermia.
·  Está mal alimentado. La mayoría de los pingüinos que pasan frente a nuestras costas son animales juveniles que pueden haber tenido una mala alimentación en sus pingüineras o en el mar cuando van migrando, porque no hay suficiente alimento. A veces los animales se alimentan con plástico. Esto más que nada se ve en las tortugas, que cuando se les abre estómago se encuentran tapas, bolsas. También hemos visto pingüinos con muchas tapitas y muy bajo peso» - expuso la Directora.

Continuó: «En tal caso lo trasladamos acá y vemos si se le puede dar una primera atención. Si está muy mal tratamos de llevarlo nuevamente a la playa para que termine su ciclo en un área natural y no aquí en el cemento con gente, ruidos, gritos. Trabajamos mucho con la Reserva Natural Pehuen Có – Monte Hermoso, que es un lugar donde la circulación vehicular está prohibida y al estar los guardaparques pueden tener un mayor control de que el animal no sea molestado tanto por los turistas como por algún perro o algún otro animal. A otros animales los hemos podido rescatar. Se les suministra suero o glucosa o, si ya está bien, anchoas directamente. Hemos sondeado animales, aprendimos a hacerlo junto a biólogos como Victoria Massola, que siempre está a disposición para trabajar con nosotros y nos ha guiado en los distintos procedimientos».

Sánchez afirmó que en el caso de los lobos marinos, cuesta muchísimo que la gente entienda que el animal sale a descansar. Prosiguió: «Yo siempre les doy el ejemplo de una familia que viaja una distancia larga. En algún momento el auto tiene que parar para cargar combustible, la familia aprovecha y baja al baño o va al kiosco a comprar algo para comer. El lobo marino está viajando y necesita salir a descansar, a dormir. Es un animal que no demuestra demasiada actividad, entonces uno supone que está herido. Pero no tiene nada, sólo está durmiendo o descansando y él no sabe cuál es el mejor lugar para descansar. Justo cayó en una playa donde estamos en plena temporada con un montón de turistas. Entonces tratamos de sacar al animal, desplazarlo a este área donde están los guardaparques para que el animal no corra ningún riesgo y esté tranquilo y así cuando él lo decida pueda volver al mar. Lamentablemente, el turista no entiende que no se tiene que acercar al animal porque, más allá de parecer torpe, se le puede abalanzar inesperadamente y la mordedura de un lobo marino es complicada. Debido a que la gente los obliga a regresar al mar, hay animales que han fallecido detrás de la rompiente por agotamiento. Con los pingüinos nos ha pasado que nos los trajeran en un balde con hielo, cuando el animal había salido porque no tenía en condiciones su traje para evitar la penetración de agua. A pesar de que sea verano, el agua no tiene que tocar la piel de las aves, para eso tienen las plumas con grasa. Tanto los cetáceos como los pingüinos, los lobitos, las tortugas respiran como nosotros. El desconocimiento de la gente lleva a empeorar la situación de los animalitos. Año a año tratamos de que la gente entienda qué es lo mejor para el animal».

Para concluir, expresó: «Monte Hermoso, al igual que Pehuen Co y Marisol necesitarían preocuparse un poquito más con respecto a la aparición de estos animales, porque en temporada o un fin de semana -que generalmente son las fechas en la que los animales llegan-, tenemos que hacer algo con esos animales, con esos avistamientos. Un domingo tenemos más de 100.000 personas y aparece un animal marino en la costa, que mide 32 km pero hoy en día existen vehículos que permiten recorrerlos en su totalidad sin ningún inconveniente. Es por esta causa que Monte Hermoso ya no tiene áreas desoladas; ya está todo poblado por los seres humanos, sobre todo en el área céntrica que es donde aparecen estos animales. Necesitaríamos trabajar con biólogos que estén aquí, en el lugar; porque cuando el animal aparece yo tengo que estar llamando a gente de Bahía Blanca que tiene que dejar su trabajo, vacaciones u ocupación, lo que estén haciendo y organizar la disposición de un vehículo para venir a buscar a los animales. Tenemos que apelar a la colaboración de guardaparques y/o guardavidas para que nos presten personal, pero ellos no pueden desatender sus propias responsabilidades. Nosotros no tenemos un lugar para rescatar al animal y traerlo. Cuando la gente me trae un animal se lo acepto para que la persona no se sienta del todo mal. Cuando se van veo cómo trasladarlo y que termine su ciclo en un área natural. Necesitamos profesionales que nos acompañen y que tengan los conocimientos necesarios. Hemos planteado el problema a nivel oficial, pero un inconveniente serían los costos, por ejemplo haría falta un vehículo destinado a facilitar el traslado del animal, jaulas, dependiendo del animal a veces se necesita una pileta para adaptar al animal para volver a su hábitat natural, etc. El rescate de fauna es un tema que nos queda pendiente, es para tenerlo en cuenta».  

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